A veces vivimos muy rápido y pasamos de una cosa a otra y no nos damos tiempo de realmente digerirlas, se van acumulando y hacen más difícil escucharnos a nosotros mismos. Meditar nos ayuda poco a poco a soltar nuestra mente para aprender a escuchar nuestro cuerpo.

La meditación puede entenderse simplemente como pausas entre nuestras actividades diarias. Date un momento en un lugar tranquilo para enfocarte en tu respiración cada que termines una actividad y quieras empezar otra. Siéntate relajad@ y deja que tu cuerpo respire por sí mismo y enfócate en seguir tu respiración, si empiezas a tener pensamientos o a distraerte, déjalo pasar, solo vuelve a enfocarte en tu respiración.

Me ayuda para concentrarme sentarme con la espalda recta y poner las manos sobre las rodillas con la palma hacia arriba, dedos estirados y solo pulgar e índice juntos. O usar auriculares con cancelación de ruido. Ve descubriendo con la práctica qué funciona para ti.